1. Este es el final....

Mientras recordaba cada una de las palabras del adiós, Sol comenzó a llorar de nuevo.
Mateo....
¿Cuántas veces le había dicho que la amaba al oído?
¿Cuántas veces había llegado a tocar su alma y su corazón?
¿Cuántas veces había iluminado el día por más gris que estuviese?

Y de repente llegaba, besándola en la mejilla, ya no en los labios.
Diciendo que ya no funcionaba.
Pero su expresión tan tierna no era la misma, ya que había miedo en sus ojos.
Miedo de que descubriera la mentira.
Pero Sol lo sabía.
Ya no la quería más.
Aún cuando se lo dijera y fingiera que lo hacía por ella, para no herirla.

Esos ojos negros como el abismo que alguna vez enamoraron a Mateo, lloraban hoy por su desamor.

Era un día de lluvia cuándo conversaban, y ella se quejaba de la lluvia.
Nunca podrá olvidar lo que le dijo:
"No importa que tan lluvioso este el día, tu siempre serás mi Sol"

Esas palabras se repetían en su mente, más hoy ya no había alegría, ni luz, ni sol...aun cuándo ese fuese su nombre, ni brillo en sus ojos cuando lo recordaba o la sonrisa enorme que se dibujaba cuando pensaba en él.

En la parte de abajo de su cama había arrinconado todas sus fotos y un gran saco de basura, a donde había lanzado y vuelto a sacar más de mil veces las cosas que le recordaban a él.

Y es que decir adiós es fácil....pero dejar atrás no lo es.

En alguna otra parte, Mateo ya pensaba en otra persona.





Esto se me ocurrió de repente, tal vez seguiré con la historia poco a poco, no será una novela, tal vez solo una narración de unos 5 capítulos o diez a lo más. Y...por si se lo preguntaban, no es nada personal. Afortunadamente yo aún soy feliz.