4. Sonreír

Nota: A mí también me daba curiosidad escribir el otro capítulo pero mi público decide, gracias a ustedes tengo ánimos de seguir con esta maravillosa experiencia del blog. Así que aquí tienen.

Si Mateo tenía un talento especial ese era hacer sonreír a Sol. El simple hecho de mirarla discretamente, de tomar su mejilla de manera suave y delicada, de tomar su mano.

A Mateo le encantaba ese tono sonrosado que se dibujaba en sus mejillas cada vez que el le daba un beso en la mejilla. Y es que él lo hacía siempre cuando ella menos se lo esperaba, cuando ella creía que era el momento menos oportuno, pero era eso lo que le hacía especial.

Porque para Sol una sonrisa era demasiado especial.

Era el gesto que llevaba más tiempo sin dibujarse en su fina cara, llevaba ya, tanto tiempo sin hacerlo que incluso lo sentía poco natural, sentía que se desgarraba en su cara; pero la sensación que acompañaba esa extraña mueca era la que más la llenaba, la que más la hacía sentir viva.

Porqué estar enamorada no eran las mariposas en el estomágo, no era olvidarse de todo. Era vivir cada momento de otra forma, ser feliz...sonreír, sonreír, sonreír.

Nota #2: Alternaré la novela con mis otros pensamientos y poemas, poco a poco, para desarrollarla mejor ;) Por favor comenten el pensamiento anterior que publiqué va? Esta en la etiqueta de Pensamientos, muchas gracias.